Consejos para curar las ampollas en los niños

Qué hacer cuando nuestros hijos tienen ampollas por alguna infección en la piel

Marta Marciel, Periodista
En este artículo
  1. Cómo evitar las ampollas en la piel de los niños
  2. Cómo curar las ampollas de los niños 

Si hay algo de lo más desagradable es ese momento en el que por alguna circunstancia la piel entra en contacto con excesivo calor y al quemarse, aparecen ampollas en la piel.

Cuando a alguno de nuestros hijos les sucede esto, bien por una quemadura, por el roce de un zapato, por alguna infección o por otra circunstancia, es necesario que sepamos qué hacer para curar las ampollas y que el dolor les dure el menor tiempo posible.

Cómo evitar las ampollas en la piel de los niños

Cómo curar las ampollas de los niños

Cuando los niños acaban de quemarse, lo primero que tenemos que hacer es abrir el grifo del agua fría y que pongan sus manos o la parte afectada en cuestión bajo esta superficie con el fin de que el dolor vaya remitiendo. De esta manera, puede que evitemos gracias a este truco casero y la limpieza profunda de suero que no aparezca la temida ampolla.

Lo mismo sucederá en el caso de los zapatos, si sabemos que les están demasiado estrechos, es recomendable el uso de plantillas con el fin de evitar las molestas ampollas, ya que el roce del propio calzado puede contribuir a su aparición.

Si no hay nada que hacer y tenemos la ampolla en su piel, lo más importante es que sepamos cómo atacar a la burbuja con líquido. Lo más importante llegados al punto de que ya hay una ampolla es que la curemos cuanto antes para que no llegue a producirse una infección.

Cómo curar las ampollas de los niños 

Para que la ampolla no llegue a desarrollar una infección, existen dos variables médicas a la hora de actuar cuando hay líquido en estas zonas. Existe una vía que es la que recomienda que lo más recomendable sacar el líquido que hay en su interior, con el fin de poder curar la superficie para evitar que el mal sea mayor.

Cortar la parte 'sobrante' de la ampolla no tiene por qué ser doloroso para el niño si lo hacemos con cuidado con las tijeritas adecuadas. La piel que queda nueva ya sin el líquido es la que hay que lavar en profundidad con mucho cuidado, y la que hay que curar con la ayuda de suero fisiológico, lo que hará que quede completamente limpia aunque abierta, ya que la piel debe regenerarse.

Sin embargo, existen otras razones médicas para no abrir la herida en cuestión. Algunos profesionales consideran que retirar la capa que protege a la zona afectada podría hacer el efecto contrario, es decir, provocaría que se dañara más en lugar de evitar la infección. Todo dependerá del tipo de líquido que haya en el interior de la ampolla, que será lo que nos hará ver si es necesario cortar la piel que sobra en los niños para que se sientan mejor, o si es mejor dejar que desaparezca sola.

El siguiente paso, una vez que hemos escogido una de las dos vías, ya sea o no el corte de la ampolla, es el de aplicar una gasa que deje sujeta la parte afectada, que puede ser el talón del pie por un zapato, o un dedo a causa de una quemadura, o la mano. En ocasiones en las que la ampolla ha sido producida por un impacto mayor, como una quemadura de un mayor grado, se utiliza una crema antibiótica que recomienda el médico especialista.

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