Decálogo para que los niños no se ahoguen en las piscinas

Cómo prevenir y actuar ante los ahogamientos de los niños en las piscinas

Guia Infantil
En este artículo
  1. 10 consejos para evitar que los niños se ahoguen en las piscinas

Cuando comienza la temporada de calor y las familias acuden a las piscinas o a la playa, se suceden también las noticias sobre personas que mueren ahogadas. Desgraciadamente todos los veranos conocemos varios casos de niños y niñas que mueren en piscinas o en el mar. Más del 50% de los fallecimientos infantiles por ahogamiento suceden en piscinas privadas. Además, el 85% de estas muertes podría evitarse con un adecuado vallado de las piscinas y con enseñarles a nadar lo más pronto posible. Te damos 10 consejos para que los niños no se ahoguen en las piscinas.

10 consejos para evitar que los niños se ahoguen en las piscinas

Decálogo de seguridad de niños en piscinas

Aunque parezca que tenemos mil ojos con los niños en las piscinas, lo cierto es que es fácil despistarnos un segundo, y que los niños desaparezcan de nuestra vista. Cuando estamos en la piscina cualquier despiste puede resultar fatal, los padres podemos y debemos poner unas medidas de precaución básicas para evitar un mal mayor. ¡Los padres no podemos bajar la guardia! 

¿Sabías que un bebé puede ahogarse en una piscina que cubre solo 30 centímetros? Para intentar reducir al máximo estos accidentes, la Asociación Nacional de Seguridad Infantil ha elaborado un decálogo que todos los padres deben tener en cuenta para disfrutar de un verano tranquilo en familia.

1. Supervisión continua
No existe sustituto a la supervisión de un adulto, por ello la estricta vigilancia y el control permanente son básicos. Se debería “nombrar” un responsable de la supervisión o hacer turnos, para no caer en el error de confiar en que otro está observando a los niños y, después, resultar no ser así.

2. Norma 10/20
Cada 10 segundos, el adulto responsable de la vigilancia debe mirar a la piscina para comprobar si hay niños dentro o alrededor de ella y debe poder llegar a ellos en menos de 20 segundos, o lo que es lo mismo, debe poder alcanzar al niño con el brazo. Hay que evitar cualquier distracción, muy comunes actualmente con el uso de móviles y redes sociales.

3. Detectar riesgos
Evaluar si el peque podría llegar por sí mismo a la piscina en un descuido. Para ello podemos recorrer el camino desde el hogar o el césped hasta la piscina tal y como lo haría el niño.

4. Niveles de protección
En función de los riesgos detectados y las características de la casa, se instalarán los dispositivos de seguridad que eviten que el niño pueda llegar a la piscina, tanto desde el interior de la casa como desde el exterior (vallas, cerrar puertas…).

5. Aprendizaje y educación
Los niños deben aprender lo antes posible a flotar primero y, a nadar, después. Aún con este aprendizaje no podemos olvidar que se pueden dar posibles accidentes como caídas y golpes o, incluso una mala digestión, que pueden conmocionar al pequeño, por lo que sigue siendo imprescindible tener en cuenta la norma 10/20.

6. Dispositivos de rescate
Tener a mano equipos de rescate básicos: salvavidas, pértiga y teléfono.

7. Orden
El mejor hábito es el de recoger los juguetes y otros elementos de flotación que puedan resultar llamativos para el niño y estos deben mantenerse alejados de la piscina y sus alrededores después de su uso. De esta forma evitamos que el niño intente alcanzarlos.

8. Drenajes
La revisión y el mantenimiento de estos elementos, así como el alejamiento infantil de las partes mecánicas y de los filtros de la piscina son las mejores medidas preventivas para evitar lesiones o mantenerse sumergidos por la succión sin posibilidad de salir a la superficie. Los adultos deben conocer cómo desconectar estos dispositivos.

9. Elementos de seguridad en cumplimiento 
Todos los elementos de seguridad activa (vallas de piscina y cobertores), que evitan el contacto directo del niño con el agua deben cumplir con las Normas AFNOR. Por su parte, activar los elementos de seguridad pasiva (alarmas perimetrales y alarmas de inmersión), que nos avisan cuando el niño ya ha entrado en el agua, por lo que el tiempo de reacción del adulto se acorta.

¡En cualquier caso se debe disponer de un dispositivo de retención y aviso, ya que es la mejor forma de evitar ahogamientos! En caso de necesitar elementos de flotación, estos deben ser chalecos (olvídate de flotadores y manguitos), siempre con el Marcado CE y adecuados a cada niño.

10. Emergencias 
Los adultos y los niños deberían interiorizar el procedimiento en caso de emergencia por ahogamiento: PAS (Proteger, Alertar y Socorrer), teléfono de emergencia de la ciudad (1-1-2) y aprender cómo hacer la Reanimación Cardiopulmonar.

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