Madres y padres primerizos y sobreprotectores con sus bebés

Cuáles son las consecuencias de sobreproteger a los niños

En este artículo
  1. Cuando los padres sobreprotegen al bebé

¿Lavaste la ropa del bebé hasta dos y tres veces antes de ponérsela por primera vez? ¿Esterilizas cualquier cosa que esté en contacto con tu hijo o hija? ¿Te asomas a la cuna cada dos por tres para asegurarte que el bebé todavía respira?

No tienes ninguna enfermedad... sólo eres un padre o una madre primerizo con mucho miedo a que algo pueda pasarle al bebé. No estás sólo, miles de padres viven esta experiencia aunque, en general, el tiempo, va relajando las costumbres más extremas.

Cuando los padres sobreprotegen al bebé

Sobreproteger al bebé

Es normal lavar la ropa del bebé antes de ponérsela por primera vez, la delicada piel del bebé lo requiere, también lo es esterilizar biberones o chupetes con cada toma durante las primeras semanas. Sin embargo hay padres y madres que en su afán por proteger al bebé extreman las precauciones hasta límites exagerados y continúan con estas costumbres cuando el bebé ya es más mayorcito. 

El bebé a partir de los cuatro o cinco meses se lleva a la boca todo lo que tiene a su alcance, es su forma de descubrir el mundo. Es cierto que hay que cuidar que no se lleve objetos peligrosos o que estén sucios, pero tampoco es necesario esterilizar cada dos por tres todo lo que está al alcance de su mano. La limpieza es importante, pero estar en el mundo significa también estar en contacto con gérmenes y bacterias.

El sistema inmunitario del bebé ha de estar preparado para actuar y estar en contacto con los gérmenes le ayuda a entrenarse. Es importante saber que si usamos constantemente limpiadores o esterilizadores que realizan el trabajo que debería realizar nuestro sistema inmunológico, éste se relaja y no realiza su trabajo como debiera. 

Ocurre lo mismo cuando el bebé comienza a gatear, el miedo impide a muchos padres disfrutar de los primeros pasos del bebé. Cuidar que el hogar sea seguro con el bebé es importante, si ya hemos cubierto las esquinas de los muebles y eliminado de nuestro espacio lo más peligroso para el bebé, debemos comprender que caerá y que llorará, es entonces cuando debemos estar ahí para tranquilizarle y apoyarle.

En definitiva: cuidar y proteger al bebé sí, sobreproteger no.

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