¿Qué es y cómo se trata el asma infantil? Todo lo que debes saber

El asma es una enfermedad común en la infancia, que se reconoce por la dificultad respiratoria con respiración prolongada y sibilante. Actualmente afecta a más de 150 millones de personas en todo el mundo. El asma bronquial se define como una enfermedad inflamatoria crónica de las vías aéreas, que se caracteriza por una obstrucción bronquial variable y reversible que presenta dificultad para respirar. ¿Qué desencadena esta obstrucción?: desde alérgenos como el polen o los ácaros hasta fármacos, ejercicio físico, aire frío... Se trata de la enfermedad crónica grave más común en la infancia.

¿Cómo afecta el asma a los niños? Todo lo que debes saber

El asma infantil es un trastorno que presenta episodios de ataques que se intercalan con períodos asintomáticos. Se caracteriza por la inflamación de las vías aéreas (bronquios) y como respuesta produce aumento de la sensibilidad bronquial y provoca obstrucción. En muchas ocasiones, su origen es alérgico y produce un incremento de las secreciones y de la contracción de la musculatura bronquial.

El asma es una enfermedad crónica que afecta a las vías respiratorias, causando episodios de dificultad para respirar, sibilancias, opresión en el pecho y tos. En los niños, el asma bronquial es una de las causas más comunes de ausentismo escolar y visitas a emergencias, se caracteriza por una inflamación de los bronquios, los tubos que llevan el aire dentro y fuera de los pulmones.

Esta inflamación hace que los bronquios sean extremadamente sensibles a diferentes estímulos o 'disparadores' como alérgenos, virus, contaminación del aire, ejercicio, entre otros. Cuando un niño con asma entra en contacto con estos disparadores, sus vías respiratorias se estrechan y se produce más moco, dificultando la respiración.

Impacto y manejo del asma en la infancia - ¿Cómo afecta a los niños?

El asma puede afectar a los niños de diversas maneras, más allá de los síntomas físicos. Aquí se detallan algunos de los impactos más significativos:

1. Físico. Los ataques de asma pueden ser aterradores y dolorosos, limitando la capacidad del niño para participar en actividades físicas y deportes. Esto no solo afecta su condición física sino también su desarrollo social y habilidades de trabajo en equipo.
2. Emocional. Lidiar con una enfermedad crónica puede ser emocionalmente desafiante para los niños. El miedo a sufrir un ataque de asma puede generar ansiedad y estrés, tanto en los niños afectados como en sus familias.
3. Social. El asma puede llevar a un niño a sentirse diferente o excluido, especialmente si tiene que evitar ciertas actividades o necesita tomar medicación durante la escuela. Esto puede afectar su autoestima y habilidades sociales.
4. Académico. Los niños con asma pueden perder más días de escuela debido a visitas al médico o ingresos hospitalarios, lo que puede afectar su rendimiento académico y su capacidad para mantenerse al día con sus compañeros.

Manejo del asma en niños - ¿Qué pueden hacer los padres?

El manejo efectivo del asma implica un plan de acción personalizado, desarrollado por un profesional de la salud, que incluye la identificación y evitación de disparadores, el uso adecuado de medicamentos preventivos y de alivio rápido, y la educación sobre cómo reconocer y actuar ante los signos de un ataque de asma. La participación de los padres, cuidadores y el entorno escolar es crucial.

Con un diagnóstico temprano, un plan de manejo bien establecido y el apoyo adecuado, los niños con asma pueden participar plenamente en todas las actividades, con un mínimo impacto en su calidad de vida. La clave está en el control de la enfermedad, permitiendo que los niños afectados por el asma no solo respiren mejor sino que también vivan sin limitaciones.

Si mi hijo tiene una crisis asmática ¿qué debo hacer?

Enfrentar una crisis asmática en niños requiere de una acción rápida y efectiva para controlar la situación y evitar complicaciones. Estar preparado y saber qué hacer es esencial para los padres, cuidadores y educadores. Aquí se detallan pasos a seguir en caso de una crisis asmática en los niños:

• Reconocer los síntomas. Primero, hay que reconocer los síntomas de una crisis asmática, que pueden incluir dificultad severa para respirar, sibilancias audibles, tos persistente, opresión en el pecho, y en casos graves, labios o cara azulados.
• Mantener la calma. Es vital mantener la calma para no alarmar aún más al niño. Habla con él tranquilamente, asegurándole que estás ahí para ayudarle. La ansiedad puede empeorar los síntomas del asma.
• Utilizar el inhalador de alivio rápido. El niño debe tener un inhalador de alivio rápido prescrito. Sigue las instrucciones para su uso y espera unos minutos para ver si los síntomas mejoran.
• Posición cómoda. Ayuda al niño a sentarse en una posición que facilite la respiración, generalmente sentado derecho. Evita que se recueste, ya que esto le puede dificultar más el respirar.
• Evalúa la respuesta. Si no hay mejora después de usar el inhalador de alivio rápido, el niño tiene dificultad extrema para respirar, no puede hablar debido a la falta de aire, o sus labios o cara se tornan azulados, llama a los servicios de emergencia.
• Plan de acción para el asma. El cual debe estar desarrollado con el médico del niño, que incluirá instrucciones específicas sobre cómo manejar una crisis asmática, cuándo y cómo usar los medicamentos.

Una guía completa sobre el asma en los niños

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