37 semanas de embarazo

Semana 37 de embarazo. En la semana treinta y siete de embarazo el bebé ya puede nacer

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En este artículo
  1. Cambios en el cuerpo de la mujer embarazada
  2. Desarrollo y crecimiento del bebé en el embarazo
  3. La salud y las emociones durante el embarazo
  4. Dieta y alimentación para la embarazada

El embarazo semana a semana ha entrado en su recta final. De la semana 37 de embarazo a la semana 40 de gestación, el parto se considera a término, de manera que si te pusieras de parto y tu bebé decidiera nacer a partir de la semana 37 de gestación ya no estaría considerado un bebé prematuro. Esto significa que el bebé está totalmente formado y preparado para sobrevivir en el exterior del vientre materno sin necesidad de incubadora. No obstante, estas últimas semanas de embarazo son importantes para culminar el crecimiento y desarrollo del bebé.

Cambios en el cuerpo de la mujer embarazada

Embarazo semana 37 de gestación

Durante la semana 37 de embarazo, es posible que aparezca por primera vez un pequeño manchado o hebras de sangre en la braguita, que se denomina 'sangrado cervical'. No debes alarmarte, ya que se produce cuando el cuello del útero empieza a dilatarse debido al inicio de las contracciones.

En general, aparece después de una exploración táctil por parte del ginecólogo o la matrona y el manchado suele ser escaso. En el caso de que el sangrado sea abundante, similar o mayor a una regla, acude inmediatemente a Urgencias. 

En esta etapa, debido también al inicio de la dilatación cervical, puede producirse la expulsión del tapón mucoso, que es una secreción mucosa transparente que suele ir acompañada de pequeñas hebras de sangre. El hecho de expulsar el tapón mucoso no indica que se vaya a desencadenar el parto inmediatamente. Puede todavía tardar varios días.

La fatiga producida por la compresión de los pulmones debido al espacio que ocupa el útero, unida al cansancio propio de esta etapa van a incrementar la necesidad de descansar. Conviene hacerlo a ratos a lo largo del día, ya que en las últimas semanas cuesta acomodar una postura para conciliar el sueño nocturno, que además suele interrumpirse varias veces para visitar el baño.

Desarrollo y crecimiento del bebé en el embarazo

Bebé feto semana 37

En la semana 37 de embarazo el bebé pesa 2,900 gramos y mide 47 cm. La cabeza del bebé puede estar ya encajada en el canal del parto entre los huesos de la pelvis. Cuando la "presentación cefálica" aún no se ha producido en esta semana, según se puede observar por ecografía, a no ser que el bebé se de la vuelta en los próximos días, es posible que tenga que practicarse una cesárea. Tan sólo un 3 por ciento de los bebés introducen las nalgas o los pies en el canal del parto, en lugar de la cabeza. La "presentación podálica" (de pie) o la 'presentación de nalgas' son, generalmente, motivo de cesárea, ya que a estas alturas de la gestación es muy difícil que el feto colocado de nalgas se de la vuelta, por falta de espacio.

Los órganos y sistemas de tu bebé están preparados para desarrollar sus funciones de manera independiente. El lanugo (fina capa de vello que recubre su piel) desaparece casi por completo. El vérmix caseoso, una capa de grasa con función protectora sobre la piel, se va reabsorbiendo, quedando sólo en los pliegues de brazos y piernas. El bebé responde a la luz, pues es capaz de girar su cabeza hacia el resplandor. 

La salud y las emociones durante el embarazo

Conocerás el resultado del cultivo recto vaginal, que te indicará si eres portadora o no del germen Streptococo Agalactiae, que forma parte de la flora vaginal de muchas mujeres sin causarles ningún tipo de síntoma ni signo (picor, escozor o aumento de flujo). Pero si el bebé entra en contacto con el Streptococo Agalactiae al atravesar el canal del parto podría padecer una sepsis (infección generalizada) o una meningitis. Recuerda que si te pones de parto debes acudir a la maternidad con tu historia clínica del embarazo para que el personal que te atienda disponga de todos los datos de tu gestación.

Si tienes contracciones te realizarán una exploración cervical para ver las características del cérvix uterino y su grado de dilatación. Esta exploración también le sirve al ginecólogo para hacer un examen pélvico y evaluar las características del canal del parto.

Uno de los signos más comunes es el descenso de la altura uterina, debido al  encajamiento del bebé en la pelvis materna la barriga de la embarazada parece que ha descendido. En consecuencia es posible que las digestiones sean menos pesadas y el ardor de estómago disminuya y que sientas la necesidad de orinar con mayor frecuencia debido a la presión que ejerce la cabeza del bebé sobre la vejiga.

Dieta y alimentación para la embarazada

Dieta en la semana 37 de embarazo

Seguir una dieta equilibrada es la máxima que has seguido durante todo tu embarazo semana a semana. Esto significa incluir en el menú gran cantidad de frutas y verduras, hidratos de carbono, fibra, proteínas y mucho líquido. Sin embargo, con la necesidad de comer entre horas esto no siempre resulta sencillo, sobre todo, cuando aparecen los antojos.

No obstante, varias investigaciones han demostrado que picar entre horas, o incluso hacer 4 o 5 pequeñas comidas al día, es más beneficioso que las 2 o 3 comidas habituales. Los aperitivos sanos y los tentempiés saludables son lo más indicado para el embarazo, que garantizan la obtención de esa energía extra que el cuerpo necesita en las últimas semanas del embarazo, justo antes del parto.

Curiosidades de la semana 37 de embarazo

Pueden disminuir los movimientos del bebé, ya que dispone de menos espacio. Estás en la recta final del embarazo y pronto tendrás a tu hijo entre tus brazos. Notarás que las mamas se preparan para la lactancia aumentando su volumen, al tiempo que los pezones y las areolas se han oscurecido y están más sensibles, y se incrementa su sensibilidad.

A partir de la semana 37 de embarazo es importante que estés atenta a una serie de signos y síntomas llamados pródromos de parto que se caracterizan por:

Un descenso del abdomen debido a que la cabecita del bebé se encaja en la pelvis.

- La aparición de contracciones espaciadas, no regulares y poco dolorosas que normalmente ceden con el reposo. Su función es ablandar el cuello del útero.

- El reblandecimiento del cuello uterino que favorece la expulsión del tapón mucoso.  

- Es una sustancia gelatinosa, de color marrón o sanguinolento que evita el paso de agentes infecciosos al interior del útero.

- La pérdida del tapón mucoso no supone la llegada inminente del parto.

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