Lo bueno y lo malo de los sustos para los niños

Ays... ¡Qué susto! A los niños les encanta esconderse y darnos sustos pero también les gusta que les asustemos... ¿o no?. Jugar a asustar les entusiasma pero ¿por qué? ¿Es bueno o malo que juguemos con ellos a dar sustos? ¿Qué hay detrás del susto por sorpresa? Analizamos el porqué de este tipo de juegos. Tal vez jugar a asustar esconda algo más. Lo vemos...

¡Qué susto! Por qué a los niños les gustan los sustos

Si nos fijamos bien cuando andamos por la calle veremos cómo más de un niño juega a esconderse tras el portal de alguna casa para dar un susto a sus padres cuando pasan, ellos se avanzan un poco, se esconden y los esperan para sorprenderles con un '¡uuuhh! Susto!'.

Es todo un clásico que se repite en ciudades y pueblos. No importa dónde ni cuándo, el tema es sorprender a papá o mamá y reírse un rato. Visto así parece que no hay nada de malo tras este juego de niños, y por lo general así es. Pero qué ocurre cuando las 'víctimas' del juego son los niños, ¿es igual de divertido o por el contrario este juego acrecienta aún más los miedos de nuestros niños?.

¿A los niños también les gusta que les asusten?

Parece ser que sí en la gran mayoría de casos. Su reacción ante los sustos por sorpresa son risas o carcajadas, aunque a veces puede que se enfaden con nosotros, pero lo normal es que se diviertan. El juego de asustar por sorpresa cumple, como cualquier otro juego, una función psíquica que contribuye al desarrollo cognitivo, social y emocional permitiendo la construcción de la personalidad del niño.

Los beneficios para el niño de jugar a los sustos

Jugar a asustar por sorpresa, tanto si el niño es el que asusta o el asustado, permite la liberación de angustias, miedos o temores reprimidos a lo largo del día de un modo lúdico y controlado. Por lo que el niño se sentirá mejor tras el juego, cuanto menos se juega más se reprimen los sentimientos y emociones, por lo que hay que dejar que fluyan.

Este tipo de juegos nos permite trabajar algunos de los miedos infantiles como son el miedo a estar solo o a lo que hay detrás de las puertas cerradas de armarios o trasteros. Aunque se debe utilizar con cautela con aquellos niños muy sensibles puesto que el objetivo es divertirse no atemorizar o agudizarlos más.

Cuando jugar a los sustos no es bueno para los niños

Igual a lo que nos pasa con muchas cosas, jugar a asustar a los niños también debe tener un límite. ¿Por qué? pues porque meterles miedo o atemorizarles con frecuencia puede generar risas pero también consecuencias no positivas cuando el niño no está preparado emocionalmente para ello. No hay que exagerarnos con los sustos pues tener miedo es una respuesta a la supervivencia y cuando lo experimentamos sentimos sensaciones incómodas por el peligro que nos acecha.

Alimentar el miedo o el susto debe tener un límite y se debe considerar si el niño o niña está preparado para ello. Cada susto debe estar a la altura del niño, porque puede potenciar el estrés, fomentar la desconfianza y provocar problemas de concentración y dolores de estómago en el niño. Así que la próxima vez que vaya gastar una broma de susto con tu hijo, considera si es conveniente o no. Los sustos son para reír con los niños, no para hacerles llorar.

Lo bueno de jugar al Cucú-tras con los bebés

Se trata de uno de los juegos que más divierten a los bebés. Consiste en colocar tus manos o alguna toalla u otro tipo de prenda, para esconder tu cara de tu bebé y acto seguido, quitarla diciendo: ¡Cucú-tras! El bebé se llevará un pequeño susto y se reirá, puesto que es un juego que suele gustarle mucho. Descubre los beneficios de este juego para los pequeños. Guiainfantil.com ha reunido algunos:

• Despierta sus emociones
• Crea vínculos del bebé con sus padres
• Desarrolla la sorpresa
• Crea lazos de confianza
• Fomenta la risa

Cuentos divertidos sobre monstruos para niños

Aquí tenéis 9 cuentos protagonizados por simpáticos y divertidos monstruos de distintas formas y colores, para que los niños se diviertan y aprendan con sus miedos.

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