7 consejos para que tus hijos no sean vagos y perezosos

Cómo estimular a los niños para que se esfuercen y trabajen

En este artículo
  1. Cómo evitar que los niños sean vagos y perezosos

¿Cuántas veces tienes que llamar a tu hijo para que se ponga a hacer los deberes? ¿o para que recoja sus juguetes o simplemente para que se despierte y se levante? Hay veces que la pereza atrapa a los niños, se vuelven vagos y quieren que seamos nosotros quienes les solucionemos sus propias tareas. ¿Habrá algún antídoto contra la pereza de los niños?

Cómo evitar que los niños sean vagos y perezosos

niños vagos y perezosos

Por lo general, niños vagos en la infancia, acaban volviéndose adultos vagos y perezosos.Es en la infancia cuando debemos marcar como padres las pautas del comportamiento futuro de nuestros hijos. Debemos estimularles para que consigan alcanzar las metas que se propongan y para enfrentarse a los desafíos que exige la vida en sociedad.

¿Cómo podemos estimular y motivar a nuestros hijos para que no sean vagos? En Guiainfantil.com hemos consultado a los expertos que nos han aclarado muchas dudas.

1- Les podemos asignar tareas cada día. Estas tareas tienen que tener relación con su edad y habilidades. Por ejemplo: hacer su cama, recoger su plato después de cenar, preparar su ropa para el día siguiente... Puede que no siempre lo hagan bien, pero debemos ser pacientes y no hacerles estas tareas que les hemos asignadas. Ayudar en casa es tareas que una buena manera de que el niño no se convierta en un vago.

2- Debemos marcar un tiempo para esas tareas. No vale que hagan la cama por la noche, ni dejen hasta el día siguiente los platos en la cocina. Las tareas han de realizarse de forma rutinaria a una hora determinada y han de tardar un tiempo que consideremos oportuno. Para que puedan conseguirlo primero debemos ayudarles y enseñarles cómo se hace, no podemos pretender que lo hagan bien y en un tiempo determinado si no ayudamos. 

Cómo evitar que nuestro hijo sea perezoso

3- La constancia y la rutina. Debemos exigir constancia a la hora de llevar a cabo esas tareas. No vale que un día las haga, y dos no. Son sus tareas y debe aprender que si no las hace, nadie vendrá tras él para hacerlas. De nuevo insistimos que tanto la paciencia como la constancia son fundamentales para conseguir que los niños sigan una rutina.

4- El refuerzo positivo. Para educar la fuerza de voluntad de nuestros hijos hemos de alabarles cuando lo hagan bien, reforzar ese buen comportamiento, nunca dar por sentado que lo tiene que hacer y ya está. A todos nos gusta que nos digan lo bien que hemos hecho algo.

5- No debemos decirle frases negativas ni a él directamente ni mucho menos delante de otras personas del tipo: 'qué vago es este niño'. Lo único que lograremos con estas frases es desmotivarle y además reforzar su mala conducta. Seguirá siendo vago y perezoso porque no hay nada que hacer.

6- Hablar con nuestros hijos. Cuando el niño es capaz de comprender por qué debe hacer algo y siente motivación para hacerlo, el hábito del trabajo y el esfuerzo se convierte en un valor positivo para él que le llenará de orgullo.  

7- Predicar con el ejemplo. No podemos pretender que nuestro hijo sea trabajador y esté motivado si a nosotros nos da pereza realizar nuestras propias tareas. Hay padres que no paran de quejarse. Se quejan del trabajo, de que tienen que hacer la compra, de que tienen que levantarse temprano, hacer las tareas de casa… ¿Cómo querrán que sus hijos tengan ganas de hacer sus cosas?

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