Fórceps: ¿cuándo se debe usar en el parto?

Ventajas e inconvenientes del uso de fórceps en el parto

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En este artículo
  1. ¿Cuándo está indicado el fórceps en el parto?
  2. Ventajas e inconvenientes del uso de fórceps

¿Sabías que el primero en usar unos fórceps en un parto fue Hipócrates? Ocurrió en los primeros siglos de la Era Moderna, aunque las bases del fórceps obstétrico moderno no se establecieron hasta el año 1580. Los fórceps que se utilizan hoy en día son muy diferentes a los del pasado y se han convertido en una herramienta útil para acortar la duración del parto o evitar una cesárea.

Los fórceps o espátulas tienen el aspecto de dos cucharas, con forma de equis, que se ensamblan entre sí, de manera que no puedan ejercer mucha presión sobre la cabeza del bebé. Se utilizan para poder culminar el parto cuando el bebé no desciende por el canal del parto y la madre no puede empujar más (debido al cansancio o a que presenta riesgo de infarto), o bien cuando se encuentra mal colocado, el ginecólogo y la matrona disponen de este instrumento, que les permite coger y girar la cabeza del feto lo suficiente para que salga adecuadamente.

¿Cuándo está indicado el fórceps en el parto?

Fórceps: cuándo se debe usar en el parto

El fórceps se utiliza siempre durante la fase del expulsivo, cuando el cuello del útero está completamente dilatado y la cabeza del feto se encuentra ya en el canal del parto. A menudo, su uso se combina con la incisión de una episiotomía, que favorece el paso de la cabeza del feto por la vagina. Está indicado en caso de sufrimiento fetal o en expulsivos demasiado prolongados. De esta manera, se evita que el neonato sufra una falta de oxígeno que dañe su cerebro o que la madre pueda presentar algún problema por culpa del excesivo agotamiento a lo largo del trabajo de parto. El profesional, que realiza esta técnica, tiene que estar perfectamente entrenado para usarla y, en caso de que no diera el resultado esperado, se debe recurrir a la cesárea.

Ventajas e inconvenientes del uso de fórceps

Este aparato, una especie de cuchara doble en forma de equis, viene acompañado por la polémica desde hace años, aunque en la actualidad hay estudios que indican que su uso es seguro prácticamente al cien por cien. Los defensores de los fórceps argumentan que su empleo ha salvado muchas vidas, mientras que sus detractores descartan el uso de esta herramienta debido a que causa desgarros vaginales, formación de fístulas, hematomas y daños en la musculatura vaginal en las madres y en los bebés, el uso del fórceps puede oprimir demasiado algún nervio de la cara, llegando a ocasionar una parálisis facial en el bebé, en los casos más graves. En los de menor gravedad, el bebé puede presentar algunos hematomas, marcas en la cara y cráneo deformado o abombado, aunque estas consecuencias desaparecen en unos pocos días.

Aspectos positivos del empleo de fórceps
- Permiten un parto vaginal, incluso cuando el feto no está en la posición correcta, sólo es preciso que la cabeza esté presente en el canal del parto.
- Evita la práctica de cesárea cuando el bebé no avanza y la madre está muy cansada para empujar en el expulsivo.
- Reduce la duración del parto.

Aspectos negativos del uso de fórceps
- Magulladuras en el tejido muscular del periné materno.
- Pérdidas de orina, que suelen desaparecer a los pocos días.
- Marcas temporales, hematomas y deformaciones en la cabeza del bebé, en el lugar donde fue aplicado el fórceps.
- Posibles daños en los nervios de la cara del bebé, que pueden producir parálisis.
- Fracturas en el cráneo del bebé.
- Cefalohematoma, ampollas en el cuero cabelludo del bebé.
- Daño cerebral, que puede causar retraso mental de leve a severo.

Marisol Nuevo.

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